Le petit capirot

Moisés Ruiz. 2014. Le Petit Capirot. Cartel.


Pequeña exposición de 20 imágenes de 30x30 realizada durante la Semana Santa de 2016 a petición y con la colaboración de la Asociación Procesionista Tertulia La Vara. Se realizó en el "cooltural" café El soldadito de plomo, en Príncipe de Vergara de Cartagena.

Partía de una serie de 5 imágenes realizada en 2014 (que completé en 2016 con 15 más), en la que utilizaba fundamentalmente tres elementos: un pequeño capirote de barro, una mano articulada de madera adoptando una forma análoga a la de San Juan Marrajo y un tulipán blanco y rojo de mi cosecha. Con ellos relacionaba determinados aspectos "procesioniles" con textos de "Le petit prince" de Saint Exupéry.

En realidad, aunque el resultado pudiera resultar "onírico", como escribía J. F. López en el texto introductorio de la (también pequeña) publicación que hice y se repartió durante la exposición, las imágenes tenían otra lectura, más críptica, relacionada con situaciones mucho más "terrenales" y prosaicas: tenían destinatarios.


Invitación-marcapáginas (anverso).

Invitación-marcapáginas (reverso).


(TEXTO DE LA PUBLICACIÓN)

El asteroide del que venía el pequeño capirote era un ascua de luz.

Pintaba estrellas formando procesiones, que eran invisibles a los ojos de los capirotes grandes.
Los capirotes grandes nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismos, y es muy aburrido para los capiroticos tener que darles una y otra vez explicaciones.

Se podría acumular a toda una cofradía en la más pequeña callejuela. Está claro, no lo creerán los capirotes adultos, pues ellos opinan que ocupan mucho espacio, que son muy importantes, tanto como los baobabs. Pero es que los capirotes grandes sólo ven los números, lo que cuestan las luces, las flores, el tamaño de las placas, los diplomas, los títulos... pero son incapaces de ver la procesión de estrellas.
El capirotico pensaba, no obstante, que merecía la pena soportar a los capirotes grandes, importantes, aunque hubiera que estar dando explicaciones una y otra vez sobre sus estrellas.

Había, sin embargo, un problema: el pequeño capirote corría el peligro de ser domesticado y perder la capacidad de la ilusión. Quizás por eso, el capirotico decidió marcharse.
-"Los capirotes grandes son decididamente muy extraños", se dijo.
- "¿Y esto es todo?"
- "Sí. Para vivir la procesión del capirotico tienes que saber que lo esencial es invisible a los ojos. Sólo se ve bien con el corazón."

La Asociación Procesionista Tertulia La Vara presenta Le Petit Capirot, una serie fotográfica en clave procesionista, realizada por Moisés Ruiz en torno al clásico texto de Antoine de Saint-Exupéry, El Principito, a través de la visión de un pequeño capirote de barro, Capirotico.
Desde su asteroide, el pequeño capirote nos ofrece imágenes oníricas que sugieren supuestas interacciones con el universo procesionil; realidades invisibles para quienes no sean capaces de ver a través del corazón.

José Francisco López




Exposición completa. Fotografía de Santiago Andreu.






- Por favor... dibújame un cordero!
- Eh!





- Si alguien ama una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas. Se dice: “Mi flor está allí, en alguna parte...”








El suelo del planeta estaba infestado. Y si un baobab no se arranca a tiempo, ya no es posible desembarazarse de él.








- ¡Niños! ¡Cuidado con los baobabs!








El capirotico no pudo contener su admiración
-¡Qué hermosa eres!
-¿Verdad? –respondió la flor- Y he nacido al mismo tiempo que el sol...








- Eres un animal raro, delgado como un dedo...
-Pero soy más poderoso que el dedo de un rey – dijo la serpiente.







- Son así. Y no hay que reprocharles. 
Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores.







- No se ve bien sino con el corazón.








- Estaba emocionado. 
Me parecía cargar un frágil tesoro.








- Derecho, siempre delante de uno, no se puede ir muy lejos...









- Si logras juzgarte a ti mismo eres un verdadero sabio.
- Yo - dijo el capirotico - puedo juzgarme a mí mismo en cualquier sitio. 
No tengo necesidad de vivir aquí.








-Pero los animales...
- Es preciso que soporte dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.








-No puedo jugar contigo.
No estoy domesticado.








Y el capirotico se fue.
- Las personas mayores son decididamente muy extrañas, se dijo...








- Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras”








-¿Es todo?
-Es suficiente.




Y otra imagen posterior a la exposición realizada para anunciar un acto el lunes de "monas".






- Quién eres? dijo el capirotico
Eres muy lindo...










Durante la inauguración se proyectó un video realizado por Manuel Maturana.
Haced clic en el enlace para verlo:








Publicación que se repartió durante la exposición








Algunas imágenes de la inauguración. El personal de El soldadito de plomo, y en particular Tania, nos atendió muy amablemente y nos agasajó con fantásticas viandas de la tierra, de cosecha propia. Desde aquí muchas gracias por todo.
(estas fotos son de amigos que acudieron a la inauguración)













El lunes de monas se proyectó el documental  de 1966 "Cartagena y su Semana Santa" recuperado por Salvi Vivancos. Hubo un interesante "cinefórum". Se anunció en las redes con esta imagen.










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Tarjeta navideña en la que se interpreta el cartel de la Semana Santa de Cartagena 2018 versus Capirotico. La realicé como autodesagravio ante la que "perpetró" la Asociación Tertulia La Vara para felicitar las fiestas.














© Moisés Ruiz 2016
Todos los derechos reservados

Moisés Ruiz. Servicios Fotográficos.
Paseo del Muelle, 23
30202 Cartagena
968124215 / 636814021


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